lunes, 12 de mayo de 2014

El reto de la lectura



El reto de  la lectura
 Por : Dulce María Bello Espinoza
¿Cuál es el reto de  la lectura? Será correcto o será los retos de la lectura, es bien sabido que  para los mexicanos, el hábito de la lectura  es uno de los más olvidados para proponerse, el que  ni pr la mente nos pasa, nos importan mas otras cosas superficiales, como tener un cuerpo escultural, tener mas dinero etc. Pero nunca nos importa cultivar nuestros conocimientos, leer un libro, pretender conocer mas  allá de lo que sabemos.
Pero cuál es el motivo de que los mexicanos no nos interesemos por la lectura, será a caso la escuela, la sociedad, o los textos que no  nos llaman a leerlos.
Suena difícil de  descifrar verdad, a mi parecer son todos y ninguno, el por que  muy sencillo, se dice que  la educación empieza desde el hogar, entonces por qué no se tiene esa educación, muy fácil, la familia deja esa responsabilidad a la escuela , quien se encarga de enseñar a leer al niño de una manera que descifra y no comprende, obligando al alumno a leer textos que no son de su agrado, que leen por obligación, y que en lugar de fomentar un gusto   por la lectura , fomentan un odio hacia  la lectura.
Ahora la sociedad nos impone  mil modas  pero nunca una que nos incite a leer, los textos son solo eso textos, los que no son de  mi agrado para alguien mas lo serán, solo deben encontrar a la persona indicada algo así como su media naranja el texto enriquece al lector y el lector se interesa por el texto.
Así que  los principales retos de la lectura son quitarnos esa venda de los ojos que no nos deja  ver que no hay obstáculo alguno para  leer mas que nuestro desinterés  y apatía  por no leer, ya que si nosotros queremos dejar la ignorancia aun lado al igual que los prejuicios que nos excusan de  no leer, hay que tomar un libro de nuestro interés  y cultivarnos.

ejemplos tipologia de textos

Estos  son algunos de los ejemplos  que se relaizaron durante la clase  sobre la tipologia de textos , con lo cual nos ayudarona comprende rmejor el tema .

Tipologia de textos

Decalogo en parejas

DECÁLOGO DE CASSANY

Decálogo para la redacción

DECÁLOGO DE CASSANY 

1º No tengas prisa. No empieces a escribir inmediatamente.
Date tiempo para reflexionar sobre lo que quieres decir y
hacer. Una extraña y desconocida fuerza nos arrastra a
menudo a escribir en seguida que se nos presenta la
necesidad de hacerlo, a rellenar la hoja con garabatos ya dar
la tarea por concluida cuando llegamos al final del papel.
¡Basta de precipitaciones! Dedica tiempo, antes de empezar
a escribir, a pensar en las circunstancias que te llevan a
hacerlo, en las audiencia que te leerá, en lo que quieres
escribir, en tu propósito, en el estilo que quieres dar al
texto.
¡Ordénate! Racionaliza el tiempo de que dispones y
planifica tu redacción: ¿por dónde empezarás?, ¿cómo?,
¿cuántos borradores harás?, ¿cómo los revisarás? ,
¿dispones de todo el material necesario?

2° Utiliza el papel como soporte. Haz notas, listas y
esquemas. No te preocupe si están sucios, mal hechos o si no se entienden.
Al principio, concéntrate en el contenido. Busca ideas, tesis, ejemplos, datos, etc. Aprovecha las tácticas
de búsqueda y organización de información: torbellino de ideas, palabras clave, estrellas, cubos,
esquemas, mapas, etc.
Apúntalo todo. Cualquier detalle puede ser importante.
Utiliza el papel blanco como soporte de trabajo. ¡No seas tan remirado, ahora! Que no te entorpezcan los
hábitos escolares de guardar márgenes a izquierda y derecha, líneas rectas o caligrafía muy clara. Usa la
hoja para
Construir tus ideas y deja para más adelante, para otras hojas en blanco, la tarea de pulir la imagen del
escrito. Ahora sólo estás comunicándote contigo mismo.

3° Emborrona, borrajea, garabatea todo lo que haga falta. No tengas pereza de rescribir el texto una y otra
vez.
Emborrona, borrajea... ¿Cómo? Hacer borradores, pruebas, ensayos... Haz todos los que haga falta hasta
que estés contento y satisfecho de tu texto.
Escribir es rescribir, ¡recuerda! No te sientas inoperante o estúpido por el hecho de borronear. ¡De eso
nada! ¿Crees que para los escritores que te gustan, para aquellos que escriben lo que tú querías haber
escrito, escribir es pan comido? ¡No lo hacen por arte de magia! Escribir le cuesta a todo el mundo, a
unos más que a otros, y es habitual -¡normal!- tener que garabatear, releer, revisar, retocar y borronear
para mejorar lo que escribes.

4° Piensa en tu audiencia. Escribe para que pueda entenderte. Que tu texto sea un puente entre tú y ella.
Escribir es hablar por escrito. Si no tienes a tu oyente delante, conviene que lo guardes en el recuerdo, en
el pensamiento. Escribe para él o para ella y facilítale la tarea de comprenderte. Usa palabras que
comparta contigo, explícale bien y poco a poco lo que sea difícil -¡tal como harías en una conversación!-,
anticípale lo que le contarás, resúmelo al final. Asegúrate de que te entenderá. Si lo abandonas tú,
mientras escribes, te abandonará también él cuando te lea.

5° Deja la gramática para el final. Fíjate primero en lo que quieras decir: en el significado.
No vale la pena dedicarse a la forma, a los detalles superficiales al inicio de la composición. Dedica tus
primeros esfuerzos a lo que de verdad es importante: al significado global del texto, a la estructura, a
ordenar y aclarar ideas, a hacer más comprensible tu mensaje. Haz como el arquitecto que dibuja los planos de una casa antes de comenzar a construirla. No hagas el trabajo del pintor o del decorador cuando
aún no se ha levantado el edificio.
¡No empieces por el tejado!

 6° Dirige tu trabajo. Dirige conscientemente tu composición. Planifícate la tarea de escribir.
¡No lo hagas todo! ¡No lo hagas todo de golpe! Es muy difícil conseguirlo todo a la primera: tener ideas
brillantes, ordenarlas con coherencia, escribir una prosa clara, sin faltas, etc. Dedícate selectivamente a
cada uno de los procesos que componen la escritura: buscar información, planificar, redactar, revisar, etc.
Dirígelos del mismo modo que un director de orquesta dirige a sus músicos: ordena cuándo entra el
violín, y cuándo tiene que callar la trompa.
En la escritura, tus instrumentos son los procesos de composición. ¡Que toquen música celestial!
No te dejes arrastrar por el chorro de la escritura, por la pasión del momento o por los hábitos
adquiridos... Te perderías: encallarías, te bloquearías, perderías el tiempo y harías esfuerzos innecesarios.
Sé consciente de lo que haces y aprovecharás mejor el tiempo. Decide cuándo quieres que la memoria te
vierta ideas, cuando cierras el grifo de ideas y datos -antes de que se seque- y pones orden en tal
desbarajuste, cuándo y cómo escoges las palabras precisas para cada concepto, o cuando abres la puerta a
todo lo que tienes de maniático/a y riguroso/a para examinar cada coma y cada recoveco sintáctico.

7° Fíjate en los párrafos: que se destaque la unidad de sentido y de forma, que sean ordenados, que se
empiecen con una frase principal.
Imagínate el escrito como una muñeca rusa: un texto, un capítulo, un párrafo, una frase. Cada oración
matiza una idea, cada párrafo concluye un subtema, y el escrito completo agota el mensaje. Has que tu
texto conserve este orden y que tu audiencia pueda captarlo. Comprueba que cada párrafo tenga unidad,
que ocupe el lugar que le corresponda y que arranque con la idea principal. Procura que tenga una
extensión comedida. Evita los párrafos- frase de dos líneas o los párrafos-lata de más de quince.

8° Repasa la prosa frase por frase cuando hayas completado el escrito. Cuida que sea comprensible y
legible. Busca economía y claridad.
Palabras y frases se enredan en el papel porque nuestro pensamiento no siempre fluye de manera
transparente. La sintaxis se rompe; se desordena el orden de los vocablos; crecen huecos en el entramado
del significado; se escapan muletillas, repeticiones y comodines; la paja esconde el grano... ¡No te
impacientes! Es normal. Dedica las últimas revisiones a pulir la prosa. Busca un estilo claro y llano. Poda
las ramas que tapan el tallo central, las palabras que sobran; deshaz los líos sintácticos, escoge los
vocablos más elegantes, los más precisos... Haz como el decorador que arregla una habitación y sabe
añadir un pequeño toque personal.

9° Ayuda al lector a leer. Fíjate que la imagen del escrito sea esmerada.
Leer también es conducir: recorremos palabra por palabra la carretera que va de una mayúscula inicial
aun punto final. Procura que el camino sea leve. Marca los arcenes, tapa los baches del asfalto. Avisa al
lector de los puertos de montaña y de los cruces peligrosos (el sentido de las palabras, las ideas
importantes, los cambios de tema...). Dibuja un plano claro de la carretera antes de iniciar el viaje y déjalo
comprender con facilidad: que el lector se divierta conduciendo y disfrutando por paisaje.

10 Deja reposar tu escrito en la mesita. Déjalo leer a otra persona, si es posible. El tiempo, ese juez lento e
implacable, te mostrará tu escrito con unos ojos nuevos. Deja pasar dos días, una semana, un mes, entre
redacción y la revisión, y tus ojos descubrirán cosas que no habían notado antes.
 Cuatro ojos siempre ven más que dos y si se trata de dos ojos distintos, verán un texto diferente. Éste es
el examen más auténtico que puedes hacer a tu escrito. Pregunta a tu cómplice lector todo lo que quieras.
Escucha lo que tenga que decirte. No te justifiques ni te defiendas. Aprovecha sus críticas para mejorar el
texto. Aún no es tarde. Todo lo que puedas enderezar ahora no se te discutirá más tarde... ¡cuando llegue
aquel momento en el que los autores tenemos que dar cuenta de nuestras obras!
Cassany concluye su decálogo con un mandamiento de otro decálogo famoso, el del doctor Eduardo
Torres, alter ego del escritor Augusto Monterroso:

Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser artista, como el artista del trapecio o el
luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de
noche.

IDEARIO “LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LAS CIENCIAS DEL LENGUAJE” (Larios, María del Carmen)



IDEARIO
“LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LAS CIENCIAS DEL LENGUAJE”
(Larios, María del Carmen)









·        Los enfoques que remontaban la lingüística estructural no significaba que se pudieran traspasar dichos conocimientos directamente a los usos reales de la lengua.
·        Los elementos mostraban insuficiencia a la hora de hacer que los alumnos pusieran en práctica sus habilidades discursivas.
·        La competencia lingüística es el conocimiento del sistema de la lengua: Fonología, morfología, sintaxis.
·        La competencia pragmática está integrada por el componente sociolingüístico (que permite reconocer un contexto situacional).
·        La práctica pedagógica tratará de que los escolares lean de manera libre, y movilicen sus posibilidades de recreación fantástica.
·        Los contenidos curriculares explícitos se diluyen los esfuerzos de la escuela respectiva de cómo hacer que los niños avancen efectivamente en el proceso de aprendizaje del lenguaje escrito y oral.
·        El Constructivismo tienen como precepto el que los niños vayan a su ritmo, sin intervenciones externas que pudieran estorbar su evolución, olvidando el papel determínate que puede jugar el maestro.
·        La Didáctica puede ser directamente útiles en la enseñanza sin tomar en cuenta, por un lado, los otros aspectos de la realidad escolar.
·        La solución a la crisis y al fracaso escolar reside únicamente en la renovación científica de los contenidos a enseñar.
·        La lengua es la suma de contenidos que definiciones que llegan a ser funcionales a la hora de escribir o leer en algún momento de la vida del niño y modelos que ejercitan solo ciertas habilidades y niveles de conocimientos a través de ejercicios procedimentales.
·        Gagné (1987) sugiere la utilización de disciplinas como contribuyentes y no como elementos  unitarios, es decir, que la formulación de problemáticas así como la generación de hipótesis de solución y experimentación hacen posible la existencia de una didáctica de la lengua en la escuela.
·        Se deben recuperar los elementos lingüísticos provenientes de los distintos enfoques de la lingüística y hace generar  una competencia comunicativa, siempre teniendo en cuenta lo que los alumnos ya saben hacer y sus posibilidades de aprendizaje.
·        Los niños deben leer, escribir, hablar y comprender los diferentes discursos,  de manera adecuada y en situaciones diversas.
·        Saber hablar y escribir consiste en saber utilizar géneros de texto de muy diversa índole.
·        Hay propuestas didácticas que plantean que el saber hacer lingüístico está inmerso en situaciones de interacciones complejas, en los procesos de elaboración y comprensión de textos.
·        La elaboración de textos se realiza en distintas fases, no necesariamente obligatorias, ya que dependen de las circunstancias en que se produce, pero su importancia debe ser reconocida.
·        Elaborar secuencias de trabajo que ayuden a los niños a conocer poco a poco el conjunto de conocimientos declarativos y procesales constructivos de un “saber escribir”
·        Es necesario de un ir y venir constante entre actividades pedagógicas centradas en diferentes capacidades lingüísticas implicadas.
·        La propuesta elaborada por Holibert (1998 - 1991) para la lectura y escritura dirigida a niños de 5 a 8 años ha sido experimentada y utilizada exitosamente en diferentes países de américa latina.
·        Apelando el principio de la economía del lenguaje se discute la necesidad que los niños se apropien poco a poco de una terminología
·        En cuanto al trabajo de aula se duda sobre el paralelismo que se presume entre una secuencia didáctica y el proceso de lectura o escritura.
·        En materia de didáctica de la lengua falta casi todo por hacer; para dar cuenta del trabajo de concepción, realización, observación y análisis de las situaciones didácticas. 

Conclusión
Con la práctica pedagógica, se logrará que los alumnos logren leer, hablar y escribir de una manera más adecuada, elaborando y comprendiendo textos y discursos de temas variados.
Si seguimos con la idea de una didáctica que incluya los conceptos mencionados, en materia didáctica de la lengua aún  faltan muchas cosas por hacer; para realizar el trabajo de concepción, realización, observación y análisis de las situaciones didácticas.  Como docentes debemos contribuir para lograr este objetivo en los alumnos.






Aaprender a usar la lengua

Aprender  a usar la lengua Isabel Solé


Aprender a usar la lengua



“Aprender a usar la lengua”
Isabel Solé

Cuadro de texto: Dulce María Bello Espinoza
Yohana Patiño Zamora

• ¿A qué se refiere la autora cuando afirma que el habla, el escuchar, la lectura y la escritura son procesos intencionales, autodirigidos, autoregulados, que deben encontrar sentido?
La autora se refiere a que son intencionales y autodirigidos porque es necesario el tener un objetivo, una finalidad, es decir para obtener algo y a su vez este algo es el que va a dirigir y variar la actividad. Mientras que a la autorregulación se refiere a la supervisión de la actividad asítambién la pertinencia de modificaciones si es necesario con la finalidad de lograr el objetivo.

•Las consideraciones que esquematiza la autora en el cuadro 1.
En el cuadro la autora muestra diferentes consideraciones que a nuestro parecer son muy pertinentes tomarlas en cuenta para lograra esa enseñanza de leer, escribir, escuchar y leer y darles uso a las mismas. Para poder empezar en esto debemos tener en cuenta y bien presente el objetivo, es decir el que pretendemos, posteriormente vienen los conocimientos previos que tanto se del tema; también nos enfrentaremos a obstáculos de ahí depende el cómo vamos a irlos solucionando; después esta el discriminar lo que nosotros creemos que es esencial de lomenos importante y por ultimo esta el evaluar que es lo que se consigue de los objetivos y si es necesario reestructurar o modificar la actividad.


• ¿Qué implicaciones tiene para el trabajo en las aulas la promoción del usofuncional de las habilidades lingüísticas?
Implica un verdadero compromiso en la enseñanza de  las mismas, un trabajo en colaboración entre el alumno y el maestro.
Inicialmente como maestros debemos de ser capaces de compartir con los alumnos el por qué de la enseñanza, para que el alumno pueda entender el sentido de hablar, escuchar, escribir y leer; lográndolo poco a poco con actividades en donde ellos vayan implementando estas habilidades, cada vez más complejas ya que si estas actividades se vuelven rutinarias es probable que haya un retroceso en lugar de una avance.
Así el papel del maestro es importante pues debe de ofrecer modelos en un principio de como se resuelven ciertas situaciones, e ir ofreciéndoles ayuda cuando los alumnos lo necesiten.

Foda



Fortalezas
Oportunidades
Debilidades
Amenazas
·         Dominio de contenidos
·         Control de grupo.
·         Voz clara y fuerte.
·         Suficiente material didáctico.

·         A veces tener al grupo solo.
·         Disponibilidad de los alumnos  hacia el trabajo.
·         Recursos tecnológicos  suficientes.
·         Confianza de los alumnos.
·         Inseguridad.
·         Temor a equivocarme
·         Nerviosismo ante el titular.
·         Ortografía.
·         Utilización del material didáctico.
·         Manera de dar explicaciones.
·         Manejo de tiempo.

·         Presión por parte del titular
·         Interrupciones por el titular o personas externas
·         Utilización del libro.
·         Los diferentes ritmos de trabajo  de los alumnos.
·         El tiempo en cada actividad

Estudio foda ...

En este cuadro  foda  muestra  las  fortalezas, oportunidades, debilidades  y amenazas  que se nos presentan durante  la jornada de practica y nos es de gran utilidad para mejorar en practicas futuras.